lunes, 17 de marzo de 2014

Nada tiene importancia si no hay Toro (XIX Concurso de Recortes de Valencia, Fallas 2014)

Plaza llena, veinte recortadores dispuestos a ofrecer un gran espectáculo, a no dejarse pisar los unos a otros, acto cuidado por Medetauro (la empresa para los festejos populares), seis toros de Juan Pedro Domecq enchiquerados, sobre el papel bien presentados, y que si algo podría hacer fallar la combinación entre éstos tres pilares que sostienen la fiesta, era el más importante, el Toro. Los aficionados no apostábamos por los de Juan Pedro, nada más lejos de la realidad que el (pésimo) juego ofrecido la tarde anterior en festejo de lidia ordinaria. Y ese pensamiento fue descubriéndose a medida que salieron los cuatro primeros toros; flojos, mansos y descastados como nota general, además de la justa presencia para el festejo... mal futuro augurábamos al concurso, hasta el momento falto de emoción y junto con un calor abrasante, estaba siendo aburrido. 'No hay quinto malo' se estilaba antes cuando en la antigüedad el ganadero reservaba el que creía su mejor toro para que saliese en dicho lugar durante la corrida; no sabemos si éste fue elegido o fue una cuestión del azar, pero se cumplió el dicho. Saltó al ruedo 'Emoción', número 178, de Juan Pedro Domecq, barbeó las tablas de salida y empezó a galopar con un son distinto a sus hermanos, con fijeza, atento a todo, se mostró poderoso en el ruedo y cuando le plantaron batalla, no dudó un instante en acudir con prontitud, como un misil salía despedido de sus cuartos traseros, transmitía mucho y la emoción desbordaba. Definitivamente, pocas cosas podrán alcanzar la belleza que crea un toro galopando. El sexto fue un tío, cinqueño, apretado, montadito de delante y con dos pitones bien puestos, tuvo emoción pero manseó como los anteriores al quinto, sirvió de todas maneras.



'Emoción', número 178, de Juan Pedro Domecq
Cinco grupos conformaron el concurso, de cuatro recortadores cada uno. El primero de cada grupo pasaría a la final, que por lo tanto sería de cinco participantes. De agradecer a la empresa Medetauro el programa de mano entregado antes del festejo, donde se distinguía perfectamente cada concursante. Tras un bonito homenaje al recientemente fallecido Paco de Lucía, comenzó el espectáculo.

En el primer grupo, predominaron recortadores de la tierra. Jose María Navarro 'El Chipu', Javier López 'Glandu' y Pau Aragó iban a actuar frente a sus paisanos, cerraba grupo el recortador de Arganda del Rey, Jonathan Estébanez 'El Peta'. El madrileño estuvo bien con el toro, cogiéndolo corto, le ganaba la cara con apenas tres o cuatro pasos, aguantando mucho y demostrando porque es el actual campeón de España. Sin embargo los recortes no pasaron tan cerca como nos tiene acostumbrados, algo que actualmente es lo único que se valora, ya no hay cabida para los lidiadores, ahora sólo con pasárselo cerca vale. Otro momento destacado de éste grupo fue cuando 'Glandu' se tiró de rodillas y dejo un gran quiebro que levantó la plaza, y Pau Aragó no iba a ser menos. No dudo un momento y la réplica vino con la misma suerte. Otro buen quiebro de rodillas que de nuevo el público aplaudiría con entusiasmo. De éste grupo pasó a la final el recortador de Puzol, Javier López 'Glandu'.


José María Navarro " El Chipu", en un quiebro vasco-landés
Pau Aragó de rodillas
Pakito Murillo, madrileño, Dany Alonso, zamorano, y Juan Nieto y Roberto Alegre 'Rober', ambos valencianos, formaban el segundo grupo. Calentó los ánimos el de Humanes con un tirabuzón a portagayola, sin que el toro le viese hasta tenerlo muy cerca, tanto que casi se metió en chiqueros, los pelos de punta Pakito. Un recorte y otro salto más, le hicieron valedor del pase a la final. Fue una pena que el toro no valiese un duro, nos quedamos sin ver en plenitud a Dany Alonso y a Juan Nieto. Muchas ganas le teníamos al recortador de Museros. Si bien no pudo enseñar lo que sabe, si que mostró lo que puede hacer si sale un toro con chispa. Esperamos verle en nuevos concursos.


Pakito Murillo, a portagayola
Fuerte tercer grupo para dos castellanos, Christian Moras de Medina del Campo y el maestro Víctor Holgado de Vezdemarbán, un alcarreño, Jose Antonio Pérez 'Josele', y otro valenciano, José Antonio García 'Chiti' de Silla. Los cuatro no lo pusieron fácil al jurado y fue la elección más reñida del concurso. El denominador común de las suertes que realizaron fue el corte, y con un animal que se desentiende, por su mansedumbre, cuando llegan al embroque toro y torero, la importancia dada al recortador es menor. El ejemplo más claro se puede ver con Víctor Holgado. Él, entendió perfectamente desde donde tenía que citar al toro para provocar su arrancada, pero su estilo, donde manda y obliga mucho a los toros, eran incompatibles con el de Juan Pedro, que metía la cara un instante y luego la echaba a las nubes para irse a chiqueros. Christian Moras y 'Chiti' no tuvieron que envidiar la actuación en su grupo, pero finalmente 'Josele' pasó a la final.


El maestro Víctor Holgado
Christian Moras se llevó el premio al 'Mejor Detalle Artístico' con éste quiebro
Rubén Fernández ' Cuatio' de Arganda del Rey (Madrid), Óscar Holgado de Alfara del Patriarca (Valencia), Andrés Civera de Puerto de Sagunto (Valencia) y Sergio García 'Tororo' de Morales de Toro (Zamora) componían el cuarto grupo. 'Cuatio' con su estilo característico, en el que tras pasar el toro, suelta el brazo y golpea el lomo, se ganó el puesto en la final. Estilo muy poco estético, pero hay que ser realista y le ha valido para ganar muchos concursos, incluso levantando gran polémica entre los aficionados. Rompiendo una lanza a su favor, hay que decir que se los pasa muy cerca, eso es un hecho.


Rubén Fernández 'Cuatio'
Sergio García 'Tororo'
Veteranía, uno que viene arreando, y dos cortadores bien conocidos se juntaban en el último cuarteto. Sergio Delgado de Chinchón, Pedro Pulido de Chirivella, Eusebio Sacristán 'Use' de La Seca y José Manuel Medina 'Zorrillo' de Arévalo. Tuvieron la gran suerte de tener ese gran quinto llamado 'Emoción'. Sergio Delgado dio tres recortes por el izquierdo. 'Zorrillo' otros tantos por el derecho, siendo injustamente valorado por el público de la plaza y por el jurado. Pedro Pulido y 'Use' volvieron a protagonizar un duelo de rodillas, ajustando muchísimo el valenciano, y llevándose un pequeño susto el vallisoletano, sin más consecuencias que un golpe al pasar el jabonero. Pedro Pulido pasó a la final. 


Pedro Pulido, ajustando al milímetro
Empezó fuerte la final 'Glandu' con un salto emocionante a portagayola, batalla en las alturas que mantendría con Pakito Murillo, y que a la postre viendo la clasificación se llevaría el recortador madrileño. Los restantes finalistas emplearon la suerte del recorte para intentar alzarse como campeón. Pedro Pulido quiso comenzar de rodillas pero el toro se vino cruzado y le arrolló, afortunadamente sin consecuencias pudo seguir el concurso y acto seguido al susto, recortó por el izquierdo, muy valiente el valenciano. 'Cuatio' siguió a lo suyo, aunque no ajustó tanto sus recortes como en el toro de su grupo. Algo que si hizo 'Josele', mucho más enchufado con el de la final. Tres rondas cerraron por tanto el concurso. 


Un tío el de la final
Pedro Pulido
'Josele' mereció mucho más que un cuarto puesto
La deliberación del jurado fue la siguiente :

Campeón - Rubén Fernández 'Cuatio' de Arganda del Rey, Madrid.

Subcampeón - Pedro Pulido de Chirivella, Valencia.

Tercero - Pakito Murillo de Humanes, Madrid.

Cuarto - José Antonio Pérez 'Josele' de Peñalver, Guadalajara.

Quinto - Javier López 'Glandu' de Puzol, Valencia

Decisión más que discutible, extrañando a público, aficionado e incluso hasta algunos recortadores. 'Josele' y Pakito debieron quedar mucho más arriba, siendo primero y segundo respectivamente para el que escribe. Incluso 'Glandu' debería tener otra posición. Al fin y al cabo, se vivió un buen espectáculo y un buen concurso con una gran final que remató la mañana calurosa que pasamos en Valencia. Quedó más que claro, que nada tiene importancia si no hay Toro. Y de los jurados...mejor no hablar...

martes, 11 de marzo de 2014

De menos, a mucho màs (Carnaval del Toro 2014)

Todo un año esperando, esperando volver a pisar la preciosa plaza mirobrigense y como yo todo el pueblo de Ciudad Rodrigo y cantidad de aficionados al toro. El campanazo dio el pistoletazo de salida con una plaza inundada de gente, algo que un servidor no había visto nunca, y que espera no volver a perdérselo. Alegría, emoción, fiesta, risas...con el Toro y los disfraces de la mano.

A no mucho tardar, la noche del viernes al sábado, saltaron los primeros toros por la puerta de chiqueros. La ganadería fue de la tierra, Carlos Charro para ser exactos, de procedencia Juan Pedro Domecq, y que también fueron elegidos para la tarde del sábado y la capea nocturna del lunes. Muy similares todos. Falta de fuerzas, nobleza y mansedumbre. En definitiva capeas aburridas, que junto las condiciones de los toros y su (poca) presencia, hizo que los aficionados no dudasen en enfrentarse a ellos, que junto con los innumerables cites venidos desde las gradas hacen muy difícil que un toro se centre en alguien.

Como ya viene siendo habitual (cuarta edición), la zona de los pinos quedó reservada para el Toro del Antruejo. ésta vez turno para 'Jaranero' de El Sierro. Y, desgraciadamente, como también viene siendo habitual, la cantidad de aficionados que acuden hacen por imposible vislumbrar el comportamiento del toro. Un toro muy bien presentado, fuerte y hondo, de pelaje negro. Que bien valdría para una plaza de primera. Toro desaprovechado entre chaquetas, paraguas y asfalto. Alrededor de cuarenta minutos duró la suelta de 'Jaranero'.


'Jaranero' ( Foto enciudadrodrigo.com )
Jacinto Ortega fue la ganadería para el encierro a caballo. Un encierro con poco sentido, más que el de conservarlo por el nombre. Desgraciadamente los caballos y los jinetes, con la que hubiera sido la ayuda de los mansos, no pudieron guiar a los toros, para ese menester ya estaba prevista una valla que marcaba la ruta hasta Ciudad Rodrigo. Una pena. No tardaron en llegar al registro salvo uno, que se quedó rezagado rematando en agüjas (los innumerables cites, ya referidos antes). Allí se hicieron fuertes, sobretodo el número 51. Éste lo era todo por delante, con una exagerada cabeza, y bien poco por detrás. Pero le pudo la casta, y no fue poca. Tremendas arrancadas en el registro, fijeza, codicia, atento a todo. Buen toro. Muy lentamente fueron llegando, algunos con maroma, otros con mozos tirando de ellos. Capeas con los toros orientados y mostrando el gran desgaste del encierro a caballo y desencierros de la misma forma.


Preciosa imagen del encierro a caballo ( Foto enciudadrodrigo.com )
El buen 51 ( Foto enciudadrodrigo.com )
Y ya puestos en el lunes, el Carnaval del Toro empezó a levantar gracias a los de La Laguna. Encierro rápido, dentro de lo que cabe en el enorme recorrido, con sólo dos toros que quedaron parados en el registro, que a no mucho tardar llegaron a chiqueros. Cinco tíos y uno que bajaba el nivel de presentación. Y llegó la emoción a las capeas, en buena parte por el primero, toro con una condición más para cortes y quiebros, y con el segundo, un toro para hincharse a torear. Con los números 22 y 9 respectivamente. El 22 de capa negra, fino y cerradito de cuerna, incansable a los cites a los que llegó galopando y muy encastado. Firme candidato a llevarse el premio a toro más bravo del carnaval, que al día siguiente otro toro le robaría. El 9 castaño, más grandón; los maletillas le vieron rápido, noble hasta decir basta, y repetidor. Ideal para el torero, pero sin llegar a ser tonto, había que mandar sobre él y quedarse quieto sin dudar un ápice. Otro buen toro que podría haberse llevado el premio. El resto más orientados, ofrecieron menos juego, se emplazaron rápido y poco se pudo hacer salvo los 'capas' que volvieron a disfrutar, y a hacer disfrutar al público, con el más cómodo del encierro.


Los de La Laguna a punto de pasar por la bóveda ( Foto enciudadrodrigo.com )
La culminación del elenco ganadero la ponía los toros de Adolfo Martín. Tanto en el Toro del Aguardiente, como en los otros seis que harían delicias en encierros, capeas y desencierros. Madrugando con la mejor temperatura del carnaval, salió 'Aviador' a las 9 de la mañana. Guapo como él sólo, bien hecho, con dos terribles alfileres y rematado. Válido para cualquier plaza. Para éste festejo del martes se dispone de recorrido desde la plaza hasta el registro únicamente, pues bien, 'Aviador' sólo se asomó a la puerta, probó un poco el asfalto y dijo que no pasaba ni iba a pasar. Todos los esfuerzos fueron en vano y el de Adolfo volvió a chiqueros demostrando su juego sólo sobre arena; nobleza y emoción fueron predominantes. 
Más o menos una hora tuvimos que esperar para que se diese rienda suelta al último encierro del carnaval. A toda velocidad subieron los de Adolfo, cinco de ellos hermanados sin cabestros y el restante con alguno de ellos. Fácilmente enchiquerados, otra hora después comenzó la capea y los cárdenos sobrepasaron el nivel del día anterior. Toros bien presentados, fuertes, rematados, parejos, con salidas preciosas, orientándose nada más pisar la arena, encastados, listos, complicados... no se podía pedir más. Y como se notó en el ruedo las complicaciones de los 'grises', pocos se metieron con ellos y sobretodo se vio un gran espectáculo con el tercero, 'Bordador' (que a la postre sería elegido como toro más bravo del Carnaval) herrado con el número 50. Espectáculo en saltos, pues tenía una arrancada vibrante, transmitiendo miedo a quien estaba en la grada y también dotando de la importancia de ponerse delante de ellos. Los otros dos toros también merecen reconocimiento, y aunque no sepamos sus nombres si sus números, el primero con el 10 y el segundo con el 55, que al que escribe éstas líneas le pareció el mejor del Carnaval del Toro. Por lo tanto toque gris final al Carnaval, y no por nada malo, si no gracias al gran juego de los toros de Adolfo Martín.


'Aviador', Toro del Aguardiente 2014 ( Foto enciudadrodrigo.com )
Segundo de capea de Adolfo Martín, número 55 ( Foto enciudadrodrigo.com )
Por último, desear una pronta recuperación a todos los heridos durante los festejos...



¡Hasta el año que viene Miróbriga!