domingo, 9 de julio de 2017

Torrebeleña, Virgen del Cerro (Clase práctica, 8 de Julio de 2017)

En la tarde de ayer se celebró una clase práctica en la pequeña localidad de Torrebeleña (Guadalajara), con erales de la ganadería de Sandra Sopeña, de procedencia Marqués de Domecq y situada en los términos de Málaga del Fresno y Taracena, para alumnos de la Escuela Taurina de Guadalajara. Los alumnos se repartieron los tres novillos preparados y ordenadamente fueron toreando todos ellos.

Superior fue el primer novillo; calidad, prontitud, humillación, recorrido, nobleza cuando se le hacían bien las cosas y casta. Entretenido primer acto donde le plantaron cara los jóvenes Jesús Romero, que templó al novillo sacando lo mejor del mismo y mostrando mucho desparpajo y chulería, con una gran actitud. Asier Ruíz compartió el novillo con él, mostrándose más verde que su compañero pero volviendo a la cara del toro sin pensárselo; ya vendrán los días buenos y de éxito.

El buen primer novillo en la curiosa plaza de Torrebeleña
Jesús Romero
Asier Ruiz


Jesús Romero con la muleta

Asier Ruiz en su turno
Tendido joven en Torrebeleña
Más flojo fue el segundo animal de la tarde, con las fuerzas justas y demasiada nobleza, no transmitió tanto como su primer hermano pero sirvió para el lucimiento de David Martínez, en primer lugar y ofreciendo seriedad, dejó un buen trasteo con la muleta, manejándola mejor que el capote, y Víctor Hernández, que tras torear su compañero, y con el novillo más mermado, sacó buenos muletazos aunque sin la continuidad de la repetición.


David Martínez rematando el recibo a su novillo...
... y aquí con la muleta
Curiosa colocación de los mozos de espadas por la orografía del terreno


Víctor Hernández

Carla Martínez abrió el tercer acto por todo lo alto, sin pensárselo se tiro de rodillas para recibir a su novillo, mostrando mucho valor. Novillo de menor tamaño que los anteriores, lógicamente, para los alumnos más pequeños de la escuela. El mayor tiempo de la faena de muleta lo desarrolló la joven citada, mostrando seguridad y saber estar, queriéndose comer al novillo. Alfonso Ferrera terminó la faena, enseñando su mejor cara con la mano izquierda, dejando la muerte del novillo para Carla Martínez.

Carla Martínez
Juan Morilla en un quite
Alfonso Ferrera y Cristian Galeano, rematando un quite por colleras

Carla Martínez, quieta como una vela






Alfonso Ferrera

viernes, 12 de mayo de 2017

Toros de izquierdas (Corrida de Toros de La Quinta en Las Ventas, 11 de mayo de 2017)

Plaza de Toros 'Las Ventas' de Madrid. Jueves, 11 de mayo de 2017, a las 19:00 horas. Corrida de toros. Media plaza. Seis toros de la ganadería de La Quinta (De Palma de Río, Córdoba. Divisa: encarnada y amarilla. Señal de orejas: orejisana en ambas), bien presentados y muy serios, mansos en general salvo el tercero y pésimamente lidiados; de triunfo primero, cuarto y sobre todo el quinto. Alberto Aguilar (celeste y oro), silencio tras aviso, silencio el que mató por David Galván y silencio. David Galván (nazareno y oro), herido en su primero. Javier Jiménez (purísima y oro), silencio, saludos tras aviso y silencio tras dos avisos. Destacar la actuación de Agustín Romero picando al tercero de la tarde.


Abrió la feria de San Isidro una seria corrida de La Quinta de interesante juego y que no hizo aburrirse a nadie. Fue muy mal lidiada debido a la condición del encierro, la mansedumbre, con la que los espadas no supieron tratar puesto que los santacolomeños estuvieron por encima de la terna en todo momento. Alberto Aguilar estuvo desubicado toda la tarde; no estuvo a la altura de los pitones izquierdos de su lote, desaprovechando las francas embestidas que le ofrecieron ambos toros. David Galván se topó con un toro muy manso y avispado, al que perfectamente le podían haber caído las banderillas negras; desafortunadamente al comienzo de la faena de muleta fue volteado y quedó inconsciente (cito aquí el parte médico expuesto en el twitter de Las Ventas). No pudo continuar con la lidia y fue trasladado al hospital; pronta recuperación. Javier Jiménez y su primero estuvieron condicionados por el aire y no pudimos ver ni a uno ni otro, como segundo tuvo en suerte la mejor embestida de la corrida, sin llegar a embraguetarse de verdad, y el que mató por David Galván fue el más soso de la corrida, defendiéndose a pesar de que el torero se dejó tocar en demasía la muleta.

Con "Orejita" comenzó la tarde. Flojeó desde que salió de chiqueros y mantuvo ese nivel durante toda su lidia, pero sin llegar a doblar una pezuña; tomó dos puyazos muy traseros, haciendo sonar el estribo. Todo el sentido que cogió por el pitón derecho no lo tuvo por el izquierdo, donde embistió con clase y humillación con el defecto de la poca transmisión. Lo que le faltó al toro debería habérselo puesto Alberto Aguilar, pero el madrileño no estaba por la labor; despegado y tomando muchísimas precauciones con un animal que embestía noble por ese pitón izquierdo. No hubo acople con el toro y mucho menos algo que destacar. Dejó una estocada caída y atravesada.

"Presidiario" huyó de la pelea desde que piso la arena de la plaza. Muy abanto, David Galván salió en su busca. Tras una serie de capotazos en los que no se empleó el toro y no llegó a romperse por abajo, se fue a buscar la puerta de chiqueros. Fue complicado llevarlo a la contraquerencia y aún más que llegará al peto del picador. Tras varios intentos, se acabó dejando que por su propia condición llegase al picador que guardaba la puerta. Ni en su terreno peleó. Se movieron los picadores hasta llegar el titular al bajo del 6 donde acabó el tercio de varas con un picotazo, por lo que nunca se debió cambiar el tercio, y que a la postre afectaría al comportamiento del toro, pues estaba muy entero. Galván sólo pudo trastear y probar al toro, no se le vio con seguridad delante del morlaco y en un lance fue volteado y no pudo continuar con la lidia. Le deseamos una pronta recuperación. Acabó con el toro Alberto Aguilar, que también lo pasó mal para lograr su cometido.

El único que no mostró signos evidentes de mansedumbre fue el tercero, de precioso nombre, "Matajaca", y lámina. Muy serio, con dos puñales y muy rematado y redondo. Con codicia tomó el capote de Javier Jiménez y cumplió en el peto, realizando la mejor pelea en varas de la tarde. En ese tercio actuó perfectamente Agustín Romero, con dos puyazos en el sitio y bien medidos. Faltó, como siempre, un tercer puyazo para ver la condición del toro en su totalidad. Lástima que azotara tanto el viento pues nos quedamos sin ver realmente a "Matajaca" y a Javier Jiménez con él. Sopló fuerte y hubo mucho tiempo muerto. Por otro lado, el sevillano se dejó tocar también la muleta en algunas ocasiones. Una lástima pues apuntaba alto este animal. Tras cuatro pinchazos, alguno de ellos muy bajo, acabó echándose.


"Matajaca" (Foto de la página web de Las Ventas,
donde aquí enlazo a la reseña del festejo y la galería fotográfica)
"Gaditano" lució una cornamenta veleta con su derecho cornivuelto y fue el de más peso de la corrida. De nuevo manso, como la mayoría de sus hermanos, salió de rebote al notar la puya en el primer encuentro, sin llegar siquiera al peto del montado. En los dos siguientes encuentros hizo sonar el estribo, protestando. Alberto Aguilar de nuevo volvió a tener un toro con un buen pitón izquierdo, y Alberto Aguilar de nuevo volvió a estar mal delante de su oponente. No fue la tarde del madrileño, el toro era por abajo y con suavidad, en lugar de eso ocurrieron toques bruscos y además fuera de sitio. Se le fue un lote para cortar al menos una oreja en cada toro. Dos pinchazos y una estocada atravesada terminaron con su labor.

"Temeroso" estaba anunciado como sexto y salió en quinto lugar debido al percance de Galván, por lo tanto, Javier Jiménez lidió primero su lote para luego estoquear el restante. Ofensivo por delante, y muy largo, ofreció el de La Quinta estampa de toro antiguo. Robó el capote a Javier Jiménez antes de comenzar con el tercio de varas y desde ese momento, el torero le cedió toda la lidia a "El Algabeño". Fue mal picado, el primero caído y el segundo trasero, con el toro manseando y rehuyendo la pelea. Se hizo el dueño de la situación en banderillas, tercio en el que cundió el pánico entre la cuadrilla; difícil por el derecho y mejor por el izquierdo, ni lidiador con el capote, ni los banderilleros con los palos lograron hacer algo en condiciones al animal. Javier Jiménez lo vio claro y sólo utilizó la zurda. Las ganas de ver algo que se asemejase más al toreo que todo lo que llevábamos de tarde, hizo al público emocionarse inmediatamente con el torero sevillano, y le nubló la vista para ver que el toro valía bastante más que lo que pudo hacer el torero. El toro cogía el carril y humillaba una barbaridad, y allí estuvo Javier Jiménez sólo para acompañar la embestida, pues quien mandaba realmente era el propio toro. Bien es cierto que en ocasiones corrió bien la mano, pero anduvo fuera de sitio y en ocasiones se 'atragantó' dando menor continuidad a la serie. Un toro de dos orejas que se llevó puestas al desolladero. Tardó en caer debido a la defectuosa estocada y a la casta del propio animal. El toro fue despedido entre aplausos y el coleta saludó una ovación desde el tercio.

Cerró la primera de feria "Coquetón". Más destartalado y grandón que el resto del encierro, con una tremenda cornamenta. Se dejó pegar en varas, protestando y manseando, además de querer quitarse el palo, y salir suelto en el segundo puyazo. Fue el de peor condición en la muleta. Optó por defenderse y contar sus arrancadas, si bien la multitud de enganchones que propició Javier Jiménez tampoco ayudó. Muy mal a espadas, llegaron a sonar hasta dos avisos quedando muy cerca el tercero pues tras entrar a matar y dejar una estocada atravesada que no hizo daño al toro, volvió a intentar la suerte pinchando en cinco ocasiones para finalmente dejar una media que acabó con su enemigo.

Interesante corrida de La Quinta, avispada y enterándose desde que salieron por chiqueros, con casta, genio y mansedumbre pero que en la muleta tuvo muchas posibilidades y fue desaprovechada por la terna, que quizá esperaba un comportamiento más bondadoso. Lo peor de la tarde el percance de Galván, al que de nuevo deseamos pronta recuperación, y la tarde desapacible debido al frío y al aire que vivimos en los tendidos.

martes, 2 de mayo de 2017

Distancia, oiga (Corrida de Novillos de Dolores Aguirre en Las Ventas, 1 de mayo de 2017)

Plaza de Toros 'Las Ventas' de Madrid. Lunes, 1 de mayo de 2017, a las 18:30 horas. Corrida de novillos. Un cuarto de entrada. Seis novillos de la ganadería de Dolores Aguirre (De Constantina, Sevilla. Divisa: amarilla y azul. Señal de orejas: despuntada en ambas), desiguales, mal presentados y mansos en conjunto; los tres primeros encastados y los tres últimos sosos y descastados. Miguel Maestro (lila y oro), pitos y silencio. Javier Marín (purísima y oro), saludos tras un aviso y silencio. Fernando Flores (celeste claro y oro), que se presentaba en Las Ventas, saludos y silencio.

Si dividimos en dos la tarde, podemos decir que tras ver la condición de los tres primeros animales algunos ya estábamos revisando el día que lidiaba Dolores Aguirre su corrida de toros en San Isidro, 5 de junio; si nos vamos con la segunda parte de la novillada, nos invade un poco la decepción. Todos cantaron la gallina muy claramente, salvo el que hizo quinto, que tras un pésimo tercio de varas acabó descoordinado, pero los primeros tornaron en embestidas francas y por abajo con transmisión, al contrario que sus restantes hermanos que acabaron soseando y defendiéndose. Los novilleros tampoco ayudaron. Miguel Maestro no estuvo a la altura del poderoso primero ni supo acoplarse a la mayor suavidad que tenía el cuarto; demasiados toques bruscos y muchos enganchones con una actitud que en muchas ocasiones parecía verle totalmente desconectado. Javier Marín por su parte manifestó poco rodaje y se mostró verde, sobre todo con su primer oponente al que debió dar más distancia y no atosigarle tanto; con su otro novillo no tuvo opción. Fernando Flores tuvo en la mano las embestidas más claras del encierro y pudo haberse presentado en Madrid con un triunfo pero desaprovechó al tercero, estar despegado, sin mancharse el traje siquiera, y el mal uso de los aceros es un buen resumen de su actuación.

"Clavetuerto II" abrió la tarde. Suelto de salida, como toda la novillada sin excepción, recibió un primer puyazo a contraquerencia, salió suelto y de nuevo recibió un puyazo de escaso castigo para salir rebotado al picador que guardaba la puerta, que se ensañó con el animal. El astado en lugar de venirse a menos, quiso todo por abajo y empezó a enseñar sus buenas cualidades en banderillas, donde además de meter la cara en los capotes con mucha fuerza y el rabo perpendicular al cielo, seña del encaste, hizo hilo en dos ocasiones a Julián Maestro llegando hasta tablas detrás de él. Destacar la mala colocación de sus compañeros y la pasividad a la hora de hacer los quites. "Clavetuerto II" arreó en la muleta; encastado y repitiendo, con mucho que torear. No estuvo a la altura Miguel Maestro se limitó a ver pasar un tranvía, sin mando ninguno sobre él. Toreó hacia afuera con mucho enganchón y toque brusco, y sin dominio. El utrero se marchó al desolladero sin torear y con una delantera caída, y otra estocada pescuecera. La fiereza y la casta del novillo le llevo a, una vez echado, prender al puntillero cuando pensaba que ya había realizado su trabajo, propinándole un serio susto que le pudo costar caro. Hubo palmas para el novillo.


"Clavetuerto II" y Miguel Maestro (Foto de la página web de Las Ventas,
El segundo de la tarde fue "Guindoso II". Recibió dos buenos puyazos, medidos y en el sitio, por parte de Antonio Jesús Apresa. Se dejó pegar en ambos para salir de allí buscando terrenos de chiqueros. Manso. No tuvo el grado de acometividad que su anterior hermano pero Javier Marín dio con la tecla en la segunda tanda que ejecutó. Distancia, tres y el de pecho. Distancia para, con la inercia del toro, salvar el defecto de su corto recorrido. Misma fórmula anterior en cuanto al número de muletazos. Al navarro se le perdió la tecla en la arena y no la volvió a encontrar. Dejó de dar espacio al toro y acabó ahogándolo con tandas de 7 u 8 muletazos que junto con los numerosos enganchones acabaron con las posibilidades que también ofreció este novillo. Mató de estocada trasera.

Muy mal presentado fue el tercero, de nombre "Tosquetito", sin cara y sin remate debió pasar el reconocimiento gracias a su tamaño. Muy protestado por la afición. No paró en toda la lidia de moverse y fue costoso para Fernando Flores, que se presentaba en Madrid, hacerlo llegar a los montados, donde una vez allí hizo lo que todos sus hermanos, acudir sin muchos reparos, protestar debajo del peto, dejarse pegar y salir suelto. Pero "Tosquetito" fue de esos mansos que se ponen a embestir como locos y parecen seguir un carril en cada acometida. Lo bueno de ello es que buscó la muleta por abajo, haciendo el avión y transmitiendo. Lo malo fue que Fernando Flores no se fió del novillo en ningún momento, tanto que ni siquiera se manchó el vestido de luces. Se le fue un novillo de orejas que pudo haberle puesto en órbita el día de su presentación. Pinchó dos veces y acabó haciendo guardia para terminar con su oponente tras un descabello. Hubo palmas, incomprensibles, para el novillo.

El cuarto fue otro animal indecente para Las Ventas y además presentó signos de falta de fuerzas. "Clavetuerto I" tuvo el mismo comportamiento que sus hermanos en los primeros tercios recibiendo dos puyazos traseros. Quedó andarín en banderillas y llegó con sosería al tercio de muerte. También sea dicho que, de nuevo, con un poco más de distancia el toro si quería venirse y mostraba más recorrido por la propia velocidad que traía e incluso embestía por abajo. Los toques bruscos de Miguel Maestro terminaron por borrar al novillo, que si bien no valía mucho, necesitaba de suavidad en la muleta y de llevarlo despacio. Pinchó en dos ocasiones y volvió para dejar una estocada caída.

"Guindoso I" hizo de quinto; redondito y rematado con las puntas hacia delante. Fue horriblemente picado por Juan Manuel Sangüesa; un primer muy caído y duro puyazo donde el novillo peleó con alegría aunque soltando la cara, y un segundo puyazo donde la vara se partió y apenas hubo castigo al animal pero el daño ya estaba hecho. Quedó descoordinado y lesionado el novillo que no pudo hacer absolutamente nada para intentar pelear por su vida. Hubo tiempo para devolverlo a corrales pero el Presidente D. Jesús Mª Gomez, que tan poco tiempo tardó en cambiar el tercio de varas con un segundo picotazo, tampoco preciso de tiempo para ver las condiciones en que quedó el animal. Sin oponente Javier Marín que se pasó de faena con un novillo que quería y no podía mientras embestía a saltos. Dejó una estocada.

"Malagueño" cerró la novillada. Gordo y rematado, manseó de salida tomando el primer puyazo en el picador que guardaba puerta y a juzgar por como tomó el capote según lo sacaron del peto, auguramos que el segundo puyazo iba a ser un trámite. Y así fue. De nuevo mal cambiado el tercio por el Presidente. Lo mejor de las cuadrillas llegó en este punto. Tras cinco anteriores novillos que no se comían a nadie, con unos subalternos desubicados en ocasiones y muy acelerados, Miguel Martín al capote y Pedro Lara y Pascual Mellinas con los garapullos realizaron un tercio muy eficaz y preciso. Tanto que las seis banderillas quedaron en un palmo. Por su parte Miguel Martín, con los capotazos necesarios y sin enganchones, realizó una buena brega. A pesar de lo anterior, "Malagueño" fue el de peor condición de la novillada. Se defendió mucho y no quiso pelea. Por allí anduvo Fernando Flores intentando rascar embestidas confiándose tanto que hasta el novillo le propinó una voltereta de la que se repuso rápido. Se puso algo pesado el novillero salvaterrense incluso haciendo que el tendido lo pasara mal, exponiéndose mucho en la cara del novillo. Asignatura pendiente para él en el uso de la tizona y en la manera que ha de colocarse. Metisaca que hizo echarse al novillo.

Para un servidor la tarde se pasó volada, sobre todo en esos tres primeros novillos y aún hubo cosas interesantes en el resto, aún así todos esperamos mucho más de Dolores Aguirre. Respecto a la presentación, así no se puede venir a Madrid por mucho que sean novillos, y espero que el día 5 de Junio salgan por esa puerta de chiqueros toros con el trapío adecuado a esta plaza. En los novilleros me faltó verdadera ambición por querer, aunque sea, montarse encima de los novillos y dar todo lo que tienen. Lo mejor de la tarde fueron la casta de "Clavetuerto II", los puyazos de Jesús Antonio Apresa,  y el segundo tercio de Miguel Martín, Pedro Lara y Pascual Mellinas, y por supuesto, la buena temperatura que imperó en toda la novillada.

domingo, 16 de abril de 2017

Triunfó el carnicero (Corrida de Toros de Montealto en Las Ventas, 16 de abril de 2017)

Plaza de Toros 'Las Ventas' de Madrid. Domingo, 16 de abril de 2017, a las 18:00 horas. Corrida de toros. Media entrada. Seis toros de la ganadería de Montealto (De Cabanillas de la Sierra, Madrid. Divisa: roja y verde. Señal de orejas: horquilla en ambas), desigual y malamente presentados, mansos y descastados en conjunto. Curro Díaz (marino y oro), palmas, silencio y saludos desde el tercio. José Garrido (grana y oro), silencio en sus tres toros.

Tarde muy pesada, casi tanto como los animales enviados desde la finca que da nombre a la ganadería. Cuatro mastodontes altos, bastos y feos, con más pinta de novillo gigantón que de un toro en condiciones, que casualmente tuvo más pinta de ello el segundo de la tarde, de 505 kilos y con mucho trapío; se salva de la quema el castaño que hizo cuarto que al menos parecía tener hechuras. Mansada sin paliativos con toros muy a menos donde sólo sirvió en la muleta el quinto, un animal que no debió haber sido aprobado para la corrida. Y si los toros sirvieron poco, los toreros ni siquiera estuvieron por encima de ellos. Se anunciaba como un mano a mano y la rivalidad en el ruedo no asomó por el coso venteño. Solamente un quite, de buena factura, por parte de José Garrido al cuarto. El aficionado no quiere "guerras" entre los toreros, y fuera de los ruedos podrán ser lo que ellos deseen, faltaría más, pero al menos que afloren las ganas por ser el triunfador de la tarde o de dar lo mejor de sí, pero ni eso. Curro Díaz, como ya viene siendo costumbre, dejó el mejor comienzo de faena de la corrida, en el quinto, para después ponerse ventajista y desaprovechar las embestidas del toro. José Garrido no tuvo su día tampoco, siempre descolocado, buscando faena sin ideas y abusando también de situarse al hilo, a lo que podemos sumar la cantidad de veces que dejó tocarse la muleta en todos sus toros; del pacense destacar su capote con un bonito recibo rodilla en tierra a su primero y una serie de verónicas con una bonita media final, dando el pecho.


(Foto: Joaquín Arjona para Las Ventas)
Arrancó con la tarde "Capanegra", nombre que curiosamente también describía su pelaje. Suelto, sin emplearse en los primeros compases y sin que su lidiador pusiera de su parte, fueron los perfectos ingredientes para ver una pésima lidia, con el toro acudiendo al relance en el primer encuentro para salir casi rebotado al caballo que guardaba la puerta. No le dejaron galopar en banderillas, siendo atacado por los subalternos que no vieron claro al de Montealto. Llegó parado a la muleta ofreciendo cortas embestidas en terrenos más cercanos a las tablas y alargándolas a mayor distancia de las mismas. No lo vio así Curro Díaz que, tras dos tandas un poco más allá del tercio, lo volvió a meter a los adentros para terminar de justificarse con el descastado burel. Dejó una buena estocada que hubiera hecho rodar al toro si no se hubiera metido en su camino un peón que terminó por tirarlo.

"Virtuoso" fue lo más parecido a un toro que salió ayer por chiqueros, apretado y con seriedad sin ser un toro enorme. Demostró fiereza queriendo coger por abajo los engaños desde que lo recibió Garrido con torería, revolviéndose para buscar lo que había conseguido librarse de sus pitones. Dentro de la mansedumbre con la que se comportó en el caballo, podemos calificarlo de "bravucón", pues si que peleó con casta debajo del peto pero a la hora de salir del mismo, cantó la gallina, realizando parecidas acciones en ambos encuentros con el picador. Galopó en banderillas, hasta en el último par donde apretó a Manuel Larios, sin embargo el aire que le dieron, mientras que el de Badajoz pedía permiso al presidente y cogía los trastos, pareció apagar la chispa que tenía el toro. Bien es cierto que Garrido no le dio distancia, pero desde el primer muletazo tuvo que llegar hasta las cercanías del animal, por lo que se entiende que no le ofreciera ese mayor espacio. A pesar de la media embestida, José Garrido dejó tocarse mucho la muleta descomponiendo aún más al astado. Dejó una estocada caída.

Hizo de tercero un toro mal presentado, de nombre "Argentino", que se dejó pegar en ambas varas sin pelear excesivamente. Anduvo horrible Óscar Castellanos en banderillas, pasándolo francamente mal desde el primer intento de ganar la cara al toro. No podía con su cuerpo "Argentino", menos aún iba a poder embestir medianamente en condiciones. Curro tampoco quiso saber nada y acabó por abreviar. Algo que criticábamos en la grada y que ahora sentado delante del ordenador agradezco, pues nos evitó alargar más algo sin fundamento. Pinchó y dejó una media delantera que sirvió para acabar con su oponente.

"Bordador" embistió con brío y levantando el rabo en el mejor uso de capote de la tarde, Garrido recetó cinco verónicas y una media ovacionadas por los tendidos. Antonio Chacón ya había sido avisado, cuando el toro le volvió a hacer hilo hasta el burladero del 10 recibiendo un buen susto, ya que el toro llegó hasta la misma tronera introduciendo todo el morro, aparentemente sin ser herido y recibiendo un buen golpe, acabó probándose al pisar más tarde la plaza pero no pudo continuar. Pronta recuperación. Apenas picado en el primer encuentro, calmó el susto Garrido con un precioso quite por chicuelinas con mucho gusto, llevando al toro poco a poco hasta el segundo encuentro con el caballo donde se comportó con prontitud. Fue tan poco el castigo que hasta el Presidente D. Justo Polo mandó, acertadamente, que se picara por tercera vez. Si las cosas se hubieran hecho correctamente no habría sido necesario el tercer encuentro y el consecuente cabreo de los aficionados. Ya en el tercio de muerte no hubo acople de Garrido, como toda la tarde; sin ofrecer repetir al toro que obedecía a los toques, de manera noble. No quiso apretarse y el toro se fue diluyendo. Entró a paso de banderillas dejando baja la tizona.

Todo lo que tuvo "Campanita" de impresentable también lo tuvo de manso. No quería saber nada de caballos, y tampoco me extraña viendo la manera horrible en que se picó la corrida. Recibió dos puyazos que le dejaron tres agujeros sobre el lomo, recibiendo poco castigo. Lo mejor de la tarde vino en el inicio de faena de Curro Díaz, templado y toreando con eso que él desprende en sus comienzos. Y se acabó. Todo lo que tenía de bueno se esfuma cuando llega la parte central de la faena, y le vale para caldear los ánimos en tardes en las que no pasa nada y echarse a la espalda a la mayoría del público. Pero no a todos. Las ventajas y esconder la pierna no valen en Madrid y mucho menos cuando tienes un toro boyante que embiste largo y por abajo. Y es que a pesar de ser un toro impresentable, que nada tiene que ver con la condición, "Campanita" se puso a embestir con emoción para ser desaprovechado. Un toro de lío que se fue con una estocada baja y con las orejas puestas al desolladero.

Cerró el mano a mano "Novillero". Escarbó y mucho la arena de Las Ventas demostrando ser un toro de arreones desde que acometió por primera vez. Esta vez no pudo lucirse con la capa Garrido ni tampoco lidiando al toro, que a pesar de saltar a la vista su mansedumbre, ni siquiera trataron de colocarle una sola vez a la contraquerencia y fue picado debajo del 6. Como decía, toro de arreones pero que sí ofrecía embestidas francas por abajo, a pesar de ser un gigantón. No pudo con el toro Garrido, volviendo a repetir la rutina de sus dos anteriores astados: mucha probatura, mucho buscar el sitio sin sacar nada en claro y matando francamente mal. Incluso en este último, donde ni siquiera consiguió dejar enterrada la espada buscando rápidamente el descabello, recetando dos golpes.

Desastrosa tarde. Se esperaba mucho más de todos los protagonistas: los de Montealto ofrecieron muy poco y ni siquiera estuvieron a la altura en cuanto a presentación, a Curro Díaz le volvió a ocurrir lo de tantas y tantas corridas, y a Garrido le pesó la tarde. Destacar también el mal uso de las espadas, sólo viendo una buena estocada en el primero, por parte de Curro Díaz.

lunes, 10 de abril de 2017

A los toros, al menos, hay que poderles (Corrida de Toros de Victorino Martín en Las Ventas, 9 de abril de 2017)

Plaza de Toros 'Las Ventas' de Madrid. Domingo, 9 de abril de 2017, a las 18:00 horas. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada. Seis toros de la ganadería de Victorino Martín Andrés (De Portezuelo, Cáceres. Divisa: azul y encarnada. Señal de orejas: hoja de higuera en ambas),desigualmente presentados, descastados y mansos en conjunto, y un sobrero de San Martín (6º bis). Iván Fandiño (blanco y oro), pitado en ambos. Alberto Aguilar (azul pavo y oro),silencio y saludos desde el tercio. Gómez del Pilar (azul pavo y oro), que confirmaba alternativa, saludos desde el tercio y silencio. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del aficionado Adrián, mis condolencias para toda su familia, que descanse en paz.

Clarínes y timbales para dar comienzo al paseíllo del festejo del Domingo de Ramos en Madrid. Paseíllo que se detuvo para que Las Ventas, en un emotivo y sentido minuto de silencio, recordase y homenajease a ese pequeño gran luchador llamado Adrián, que ayer fallecía en su brava batalla contra el cáncer. Solamente muere quién cae en el olvido, y a ti pequeño, el mundo del toro jamás te olvidará. Reanudado el paseíllo y abierta la puerta de chiqueros, saltaron al ruedo los tan esperados toros de Victorino Martín. Los tres primeros, más parejos, fueron desequilibrados por el gigante que hizo cuarto y el anovillado anunciado como sexto, lidiado en quinto lugar. La primera parte de la corrida fue la del poder y la inteligencia que desarrollaron los cárdenos. Y la segunda fue la de la sosería y la mediocridad, con hasta mezcla de flojeza en el último toro que fue devuelto a los corrales. Los toreros no pudieron con ninguno de sus oponentes, quedando siempre por debajo de ellos. Fandiño estuvo desubicado toda la tarde, la cual pareció pesarle en demasía. De  Aguilar esperábamos más y le faltó ese espíritu combativo que le hubiera valido con el tercero. Por último, Gómez del Pilar pasó las de caín con su difícil primero y se puso pesado con su anovillado segundo.


Para comenzar, delante de la puerta de chiqueros se plantó Gómez del Pilar para esperar a "Estaquero"; el toro no le vio del todo hasta que tuvo encima al madrileño y apenas llegó a embestir a la larga que tiró el torero. Y esta fue la tónica del toro durante toda la lidia, no regaló nada, y tuvo muchísimo poder. El confirmante quiso dejar al toro de largo desde el primer encuentro, en lugar de ir de menos a más como yo entiendo que deberían de ser las cosas, sobre todo en el primer tercio; el animal no quería caballo y tuvo que ser colocado varias veces hasta que acabó entrando debajo del peto. Fue manso, dejándose pegar en ambos y repuchándose en el segundo. Destacó en banderillas Raúl Martí, que despacito y pasito a pasito, como dice la canción, fue llegando a las cercanías del toro, para, muy torero y eficaz, colocar sus dos pares. Complicado llegó a la muleta "Estaquero" que requería una lidia poderosa que lo sometiera, nada de ponerse bonito porque no estaba para eso. El toro no llegaba a pasar y buscaba como loco eso que movía ese trapo rojo. Lo intentó Gómez del Pilar pero no pudo y los mayores aplausos vinieron cuando al final del trasteo, le buscó las cosquillas al toro tocándole los costados. Convencido estoy, que si hace eso 15 veces, doblándose con él, pasando la muleta por encima de los pitones y doblega al cárdeno, como mínimo pega una vuelta al ruedo. Pero ya no hay sitio en estos tiempos para las lidias a la antigua. Una verdadera pena. Dejó una estocada desprendida y recibió la ovación del público, más por el mal trago que pasó que por su actuación. El toro fue despedido entre pitos.

No se dejó torear "Barbacano" en el capote de Fandiño, dejándose enganchar mucho el torero vizcaíno. Se dejó pegar en varas, recibiendo un extraordinario segundo puyazo de Rafael Agudo que paró el toro en seco y le hizo encogerse, bien el picador. Fue un toro para apostar en las primeras tandas, pues tenía recorrido y transmisión. Iván Fandiño no lo vio claro y no pudo recoger esas buenas embestidas que le regaló el toro en las tres primeras tandas, y además por ambos pitones. Llegados a un punto, entre tanto parón para coger el sitio y los enganchones continuos, se esfumó lo que tenía "Barbacano". No creyó Fandiño en el toro y le pasó factura. Dejó estocada caída y hubo de usar el verduguillo en dos ocasiones. Hubo palmas para el toro.

La mejor pelea en el caballo llegó de los riñones del guapo de "Buscador" en el primer puyazo que le recetaron pero fue cambiando la historia en el segundo, donde se dejó pegar para una vez cambiado el tercio cantar la gallina buscando hasta los terrenos de toriles. Recibió más capotazos de la cuenta en banderillas, lo que mostró después en el tercio de muerte. Tampoco fue un toro fácil, y perfectamente se podría decir que fue el más difícil de la corrida por su fiereza y su casta, el único de la corrida que demostró llevarla en su sangre. Lo intentó Alberto Aguilar pero no obtuvo nada, el poder de "Buscador" estuvo por encima del torero toda la lidia; otro animal para someter con una muleta dominadora. Fue refrendado con palmas en las primeras tandas en las que se premió más el arrojo de Aguilar ante las fieras embestidas del toro, que los propios muletazos. Tropezó el madrileño con el toro aparentemente sin consecuencias graves, pero que a la postre, mandó al torero a la enfermería, corriendo turno para que lidiara Gómez del Pilar en quinto lugar al anunciado como sexto.

"Bosquimano" había levantado pasiones por las redes en esta semana y bien es cierto que podríamos catalogarle de ser un "torazo", por sus dimensiones y sus puñales, pero no fue un toro para aplaudir, no era bonito ni tenía hechuras del tipo de toro de Victorino, pero aún así le recibió una ovación del público. Cumplió en la primera vara empujando con tan sólo su pitón izquierdo para dejarse dar en la segunda. Saludó "Jarocho" sus dos acertados pares de banderillas. La gente tomó partido por el toro, como algunos ya habían presagiado, y descargó su ira contra Fandiño. Y yo al menos no lo entendí. Por el izquierdo no tenía ni uno como así avisó a Fandiño y por el derecho tenía media embestida, bajaba la cara cuando el torero le enseñaba la muleta y miraba al tendido en cuanto pasaba el cuerpo del torero. Se basó toda la faena en ese pitón derecho, siendo aburrido y pesado el acto por parte de los dos oponentes, a lo que se sumaba ver que la tarde no despegaba. Descastado fue "Bosquimano" y Fandiño no estuvo acertado ni con la espada, pinchando primero, aunque tirándose como de costumbre, y dejando una estocada caída después que provocó derrame.

Como decía antes, por estar Aguilar en la enfermería, tuvo que lidiar Gómez del Pilar a su segundo en quinto lugar. "Murallón", sin quitar que fue un animal mal presentado, tuvo la mala suerte de salir después del inmenso toro anterior, lo que acrecentó su mala presentación. Manseó en el caballo dejándose pegar en ambos y cantando la gallina en el segundo. Como la mayoría de sus hermanos, se defendió más que embestir. Se pasó de faena Gómez del Pilar intentando sonsacar alguna embestida productiva del toro pero la sosería del mismo no condujo a nada. Pinchó hasta en dos ocasiones Gómez del Pilar dejando finalmente una estocada caída.

"Sólo falta que le echen uno a corrales", dicho y hecho, blandeó el último de la corrida y en banderillas, cuando volvió a perder las manos, el presidente echó el toro para atrás. En su lugar salió "Cadencioso" de San Martín, toro alto y astifino, no precisamente bonito. También flojo de remos, no faltó mucho para ser devuelto de nuevo tras perder sus cuartos delanteros a las salidas del caballo. Tuvo calidad y clase en la muleta pero sin emoción ninguna. Por su parte Aguilar, consiguió corregir el salto que pegaba el toro a media embestida en las primeras tandas para que pudiera dar embestidas humilladas. Lo más destacable de su faena fue conseguir eso, ya que una vez con el toro así se tornó en ventajista, citando al hilo y toreando despegado. A pesar de ello si hubiera conseguido matar con acierto al animal, probablemente se le hubiera pedido una oreja. Pinchó y recibió un susto en la segunda entrada, siendo prendido y pisoteado, dejando enterrada la espada algo desprendida. Tuvo que hacer uso dos veces del descabello.

Desilusionante corrida de Victorino que  tras la muerte del tercer toro, la corrida se tornó en plomiza y aburrida, a lo que ayudó el fuerte calor que caía sobre Madrid. Los de luces tampoco tuvieron su día y ninguno consiguió dominar a los del hierro titular o, al menos, estar por encima de ellos, algo que, desde estos años atrás que vengo acudiendo a Madrid, como mínimo deberían de realizar todos los toreros que pisan esta plaza.

domingo, 2 de abril de 2017

Pronto y en la mano (Corrida de novillos de La Quinta en Las Ventas, 2 de Abril de 2017)

Plaza de Toros 'Las Ventas' de Madrid. Domingo, 2 de abril de 2017, a las 18:00 horas. Corrida de novillos. Algo más de un tercio de plaza. Cinco utreros de la ganadería de La Quinta (De Palma de Río, Córdoba. Divisa: encarnada y amarilla. Señal de orejas: orejisana en ambas), mal presentados, descastados y nobles en conjunto destacando la calidad en la muleta del quinto, un remiendo de Rehuelga y un sobrero de San Martín (2º bis). Manolo Vanegas (malva y oro), saludo desde el tercio, saludo desde el tercio en el que mató por García Navarrete y silencio. Ángel Sánchez (rosa y oro), que se presentaba en Las Ventas, saludo desde el tercio y vuelta al ruedo. García Navarrete (purísima y oro), que se presentaba en Las Ventas, herido.


Comenzó mal la novillada desde por la mañana cuando se anunció el remiendo de los de La Quinta con uno de Rehuelga, no pudo completar la novillada titular y con acierto se tenían preparados novillos del mismo encaste, así como los propios sobreros de la novillada, que pertenecieron a San Martín y que a la postre acabaría saltando al ruedo uno de ellos. Faltó fuerza y casta en los de La Quinta, sacaron esa parte sosa de Santa Coloma de mirar a los tendidos y desentenderse salvo el quinto, que a pesar de ser "picado" con sumo cuidado, sacó unas embestidas abriendo surcos en el suelo, como si de un delineante se tratara, debido a su calidad. Tuvo también la suerte de tener delante un novillero con la cabeza muy bien puesta y con una muñeca de oro. Pronto y en la mano, Ángel Sánchez corrió la muleta de maravilla y pegó naturales soberbios que encendieron los tendidos; si no hubiera fallado en los aceros estaríamos hablando de un triunfo grande.

Ángel Sánchez (Foto de la página web de Las Ventas,
donde aquí enlazo a la reseña del festejo y la galería fotográfica)
El abre plaza, "Hurón", flojeó de salida y apenas fue picado, siendo señalado, de muy buenas maneras, en el primer puyazo. Suspenso en varas, tónica general en la novillada. Poca transmisión en la muleta, poco decían sus embestidas aunque presentó nobleza, quizá en exceso, y prontitud. Al igual que el novillo, Manolo Vanegas no ofreció repertorio y se limitó a pasarse de faena. Dejó una buena estocada.

Fue devuelto el segundo de la tarde al estar lesionado, y en su lugar salió un torete de San Martín que a la postre también resultó estar dañado de la pata izquierda; circunstancia que la única persona que no vio en toda la plaza fue el presidente. Se protestó y mucho por parte de los tendidos. Siguió la lidia con un simulacro en varas con el toro protestando en el peto además de embestir cruzado, cuando acometía por el izquierdo. Con el cambio de tercio ocurrió el primer susto de la tarde, el subalterno Fernando Téllez fue volteado de fea manera; felizmente solo fue el golpe y a la muerte de este novillo apareció por la puerta de la enfermería para seguir con su labor. "Cigarrón" tuvo poco que ofrecer, no sabemos si por su lesión o condición pues me cuesta valorar un toro lastimado al no poseer la totalidad de sus cualidades, aunque bien es cierto que intentó embestir bien y lo hizo en contadas ocasiones. Probablemente lo hizo por tener delante a un novillero con las ideas muy claras y sabiendo en todo momento lo que hacía. Anduvo serio Ángel Sánchez a pesar de la dificultad que ofrecía el novillo. Pinchó arriba, volvió a pinchar y finalmente dejó una media estocada. Buena impresión del madrileño.

"Coletero", guapo de capa y abanto en los primeros lances , se lidió como el de más complicaciones de la novillada. Cabeceó en el primer encuentro, haciendo sonar el estribo y queriendo quitarse la puya; se repuchó en la segunda entrada. A este tampoco le dieron en el caballo, lo que influyó en las arrancadas que desarrolló hasta ser muerto a estoque. Y es que el de La Quinta se hizo amo y señor del ruedo, a la cuadrilla de García Navarrete se le cerró el grifo de las ideas y se vieron sobrepasados por el novillo. Muchos capotazos para colocar al animal que fue adquiriendo sentido con cada uno de ellos. Se mostró muy verde el novillero jienense que no tuvo delante a un oponente fácil. Tratando de colocar al novillero con el fin de entrar a matar, fue sorprendido por el mismo provocando una feísima cogida. Le deseamos una prontísima recuperación. Vuelvo a enlazar aquí al maravilloso twitter de la nueva empresa de Las Ventas, con el parte médico del novillero. Acabó con la vida del correoso novillo el primer actuante, Vanegas.

El cuarto embistió con clase al capote del venezolano Vanegas, que comenzando con rodilla en tierra lo recibió de maravilla para luego torear a la verónica. "Fontanero" manseó en varas, como sus cuatro hermanos, saliendo suelto además de cabecear y no pelear frente al picador. Volvió a hacer acto de presencia Ángel Sánchez con un buen quite por dos delantales, una media y una larga; en su justa medida el bonito quite al que respondió la afición. Con mucha nobleza y con poca emoción embistió a la muleta. Un novillo para montarse encima y comérselo, si resulta que no puedes ofrecer a la afición algo más que dar pases y más pases; para estar en novillero, vaya. Otro novillo, como su primero, en el que Vanegas no dijo nada. Si algo se puede destacar del sudamericano es la manera de meter la espada en sus oponentes. De nuevo dejó una buena estocada.

"Pavito" fue el quinto. Lo toreó con la punta de los dedos Ángel Sánchez para recibirlo, pecando en exceso quizá de recortarle un poco la embestida, pero mostrando la calidad y la acometida del novillo, que ya empezó a embestir como si hubiera pasado por los caballos. Y en realidad casi fue así, apenas se picó al novillo ante la indiferencia de los presentes en la plaza y, otra vez más, el tercio de varas pasó sin pena ni gloria. Y comenzó lo mejor de la tarde, si Ángel Sánchez causó gran impresión en su primer animal, las cotas que alcanzó lo que hizo en su segundo, lo superaron con creces. De nuevo todo medido a la perfección, buscando el mejor terreno para el toro, considerando los muletazos necesarios para realizar la faena y finalmente llegar a la consecución del objetivo con los pases necesarios. Dicho así parece fácil, y precisamente no lo es. Tres tandas con la mano izquierda bastaron para reventar Madrid. Pronto y en la mano. Enganchando al novillo delante, corriendo la mano a la perfección y rematando detrás de la cintura; toreando. Embistió como los ángeles el cárdeno de La Quina y lo aprovechó Ángel Sánchez, pero no del todo, el fallo con los aceros le privó del triunfo. Que hubiera sido muy importante. Pinchó hasta en tres ocasiones para dejar después media estocada. Se ovacionó al toro, sí, a un toro sin picar, y se premió al torero con una sonora ovación que terminó en vuelta al ruedo.

En último lugar y tras la borrachera de toreo, salió el remiendo de Rehuelga, de nombre "Jarduo", que le correspondió de nuevo al novillero Manolo Vanegas. A este si le dieron estopa en el caballo sin venir a cuenta. Ni tanto ni tan calvo. De nuevo capea en banderillas con el animal sin comerse a nadie. Volvió a cundir el pánico en la cuadrilla del herido García Navarrete, esta vez a las órdenes de Vanegas. Otro novillo con el que no tuvo acople Vanegas y al que no terminó de poder siquiera, mostrando poca claridad de ideas, realizando siempre el mismo comienzo de faena, en los mismos terrenos, así como el resto de la misma. De nuevo estocada a la primera, quedando desprendida.

Mala novillada de La Quinta, que se salva del petardo gracias al madrileño Ángel Sánchez, al que esperamos con muchísimas ganas en San Isidro, donde actuará de nuevo con cárdenos, en este caso de Flor de Jara; ojalá siga en esta línea de claridad de ideas, algo que me ha asombrado en su actuación. Las cosas, si son pronto y en la mano, mejor, y así ha quedado hoy demostrado. De nuevo desear una pronta recuperación a García Navarrete.

domingo, 26 de marzo de 2017

La casta moderna (Corrida de novillos de Fuente Ymbro en Las Ventas, 26 de Marzo de 2017)

Plaza de Toros 'Las Ventas' de Madrid. Domingo, 26 de marzo de 2017, a las 18:00 horas. Corrida de novillos. Un tercio de plaza. Seis utreros de la ganadería de Fuente Ymbro (De San José del Valle, Cádiz. Divisa: verde. Señal de orejas: punta de lanza en ambas), de buena presentación y buen juego. Buena novillada, con tendencia a más, salvo el tercero; destacaron el segundo y el sexto. Pablo Aguado (sangre de toro y oro), no pudo matar a su primero y fue trasladado al hospital. Leo Valadez (purísima y oro), que se presentaba en Las Ventas, saludos en el tercio y silencio. Diego Carretero (grana y oro), silencio, saludos en el que mató por Pablo Aguado y oreja. Saludó el mayoral al finalizar el festejo.

Los novillos que ha enviado Ricardo Gallardo a Madrid, junto con la ilusionante temporada que así se augura del nuevo empresario de Las Ventas de Madrid, Simón Casas, han motivado que vuelva por este blog abandonado desde hace un tiempo. Y es que la mayor virtud de los novillos del hierro de Fuente Ymbro ha sido, además del gran juego en la muleta, que han mantenido el interés durante cada minuto de la novillada. Bien presentados aunque sus pitones hacían que pareciesen dispares, destacando sobre manera el segundo y cuarto, un calco; dos tíos. No fue una novillada de buen juego en los caballos y, siendo benévolos, podemos decir que cumplieron sin más; aclarar que si no se hubiera producido esa tendencia de ir a más, no seríamos tan buenos con el tercio de varas. En resumen, paso discreto por el peto. Las banderillas ejercieron de avivadoras y todos, salvo el tercero más parado, tuvieron opciones en la muleta, por no decir que llevaron las orejas en una bandeja. Se pidió la vuelta para el sexto, siendo no concedida por el presidente, y saludó el mayoral al finalizar el festejo en respuesta a los aplausos de la afición. De estos dos últimos actos, un servidor prefiere el saludo del mayoral a una buena novillada, que una vuelta al ruedo a un novillo que hubiera sido algo desproporcionada.

Comenzó la función "Laminado". Fue el de más codicia en el capote y el que desarrolló un juego más "regular" a lo largo de su lidia, manteniendo un buen nivel. Sin colocar tomó ambos puyazos, acudiendo al relance y cayendo traseros ambos. Poco le costó galopar en banderillas y acudió pronto y fijo con buen tranco; aptitudes que conservó a lo largo de la faena de muleta, aunque quizá faltó transmisión en sus acometidas. Lo lidió el sevillano Pablo Aguado al que las ganas de torear al animal le pasaron factura, pues acabó ahogando al buen novillo. En un desafortunado descuido el novillo le prendió por la pierna, y a nuestro parecer en un golpe contra el suelo, quedó inconsciente y fue trasladado a la enfermería. A pesar de esas ansias de triunfo, anduvo bien con el de Fuente Ymbro y de no ser por el percance (del que dejo enlazado aquí el parte médico del twitter de Las Ventas) quizá hubiera tocado pelo. Fue trasladado al hospital y, lógicamente no pudo matar a su segundo. Le deseamos una prontísima recuperación. Mató al novillo su compañero de cartel Leo Valadez. Palmas para el toro.

"Adulador" fue uno de los novillos de la tarde, tanto por su trapío como por su comportamiento. Un poco a su aire en el primer tercio, quedó enganchado por las riendas y cinchas del caballo y no sabemos si quería "soltarse" para pelear o bien para irse de allí pues así pareció, probablemente por el excesivo castigo del picador Manuel José Bernal. Sin embargo, si cumplió en la segunda buena vara que le recetó dicho picador. En toda la yema. Como su anterior hermano galopó en banderillas con buen son. Y llegó la hora de embestir. Podría hablar del pitón derecho pero sería desperdiciar líneas para hablar del tremendo pitón izquierdo que tuvo "Adulador"; largo, humillado, haciendo el avión...emocionante embestida que el mexicano Leo Valadez a mi juicio tan solo supo aprovechar en dos tandas por ese pitón. Despacio y obligando, respondiendo el toro. De dos orejas, de las que si no llega pinchar, aunque lo hizo arriba, podría haberse llevado una. Con un pinchazo hondo cayó el novillo que fue despedido con una sonora ovación. Leo Valadez saludó desde el tercio.

"Adulador" acudiendo al galope al caballo
(Fotografía de Álvaro Martin, al que enlazo a su página de facebook aquí)
No comenzó con suerte Diego Carretero, apareció "Impávido" que hizo honor a su nombre. Manseó desde que salió por chiqueros y no cambió su condición durante su lidia y muerte. Dos entradas al caballo pero tan solo un puyazo, sin ni siquiera pelear ni mostrar celo. Mal cambiando el presidente al ser, en realidad, un solo puyazo el que recibió. Hecho que corregiría en el siguiente toro. Parado y si ninguna transmisión en el tercio de muerte. No ayudó tampoco la falta de rodaje del novillero. Pinchó Carretero y volvió a entrar dejando una estocada atravesada. Silencio para el de Albacete.

De nuevo Carretero volvió a lidiar, en esta ocasión al cuarto de la tarde, ya que Valadez se encargó de pasaportar al primero de la novillada. Otro novillo bien presentado "Vinazo", muy parecido al segundo aunque algo más suelto de carnes. La lidia fue pésima y de nuevo se intentó simular el tercio de varas pero en esta ocasión, al César lo que es del César, el presidente acertó sin conceder el cambio de tercio, cuando ya había entrado el toro dos veces pero recibiendo solo un puyazo. Por lo tanto, tres entradas y dos puyazos. Sangró y mucho el novillo, pero la casta que corría por la misma sangre que derramaba sobre la arena, le hizo ir a más. Otro toro de triunfo. Otro toro ahogado. Faltó distancia y sobraron enganchones, y toreo al hilo. Pinchó y dejó una estocada desprendida para después saludar en el tercio. Saludo sin motivos como así se lo hizo ver una parte de la plaza.

"Impostor" fue el quinto, suelto de salida y buscando chiqueros. Respondió al capote de Valadez a media altura. Si hubiera premio al picador de la tarde habría recaído en Óscar Bernal, dos soberbios puyazos midiendo el castigo; destacando el segundo. Podría haber hablado de los quites que se hicieron en cada toro pero bien es cierto que ninguno tuvo eco alguno, por el contrario Leo Valadez consiguió calentar a la plaza realizando zapopinas o lopecinas, siempre espectaculares, rematando con una buena media. Y otro más a galopar en el último tercio detrás de la muleta, y de nuevo falta de acople del novillero. Muy despegado Valadez estuvo  por debajo del animal. Como contrapartida a su compañero Diego Carretero, se le vio maduro y con las cosas más claras delante de los animales pero sin terminar de redondear sus actuaciones. En el caso de este novillo por las causas descritas, y en el caso de su primer novillo por falta de rotundidad con la espada. Pinchó para volver a entrar y dejar una estocada desprendida. Aplausos para "Impostor".

"Pintora" hizo de sexto para recordarnos lo que había sido la novillada. Animales de menos a más con el punto de inflexión en el paso del primer puyazo al segundo puyazo. Así fue este sexto pero mejor aún que sus hermanos. Todos tuvieron casta pero "Pintora" tuvo un punto más por encima de la media del encierro. Se dejó dar en el primer encuentro con el caballo y cumplió en el segundo, bien ejecutado por Tomás Copete. El capote de Juan Carlos Ruiz fue testigo del aumento en calidad del novillo, no fue lucida su lidia pero no hubo un solo enganchón dando mucha distancia al toro y dejándole galopar. Le gustó eso al novillo de Ricardo Gallardo y lo mantuvo en la muleta de Diego Carretero. Y no solo estuvo por encima de sus hermanos en cuanto a sus ganas de combatir, sino también en la calidad de sus dos pitones, o sus dos cortijos, lo podemos llamar como queramos. Estuvo mejor Carretero, sobre todo al no dejarse enganchar tanto como en sus anteriores novillos, aunque faltó mando en las primeras tandas, donde el novillero acompañó más que torear, cuando el novillo bajo una marcha, si que estuvo mejor el novillero, más asentado. Pero lo mejor de su faena vino al final con una suerte de muleta que enamora a Madrid. Los ayudados por bajo fueron muy buenos, despacio y toreando, obligando al novillo. Menos buenos fueron los ayudados por alto que les siguieron. Dejó una estocada desprendida y acabó su actuación cortando una oreja. "Pintora" fue despedido por una sonora ovación con incluso petición de vuelta al ruedo. Bien el presidente sin concederla, aunque nos acordaremos de este excelente novillo en octubre.

A modo de conclusión, no creo que haya una mejor manera de comenzar la temporada, y que quizás nadie se esperaba pues muchos, o al menos así me considero, andábamos pensando en los cárdenos que nos esperan las dos próximas semanas y el interés que despierta Montealto. Por último, dar la enhorabuena a Ricardo Gallardo por la buena novillada que ha mandado a Madrid, y reprochar a todos aquellos que más que a ver toros a Las Ventas van a hacer botellón, dejando todo mangas por hombro y paseándose por la grada como si fuera un bar. Hasta los cárdenos que vienen.