domingo, 9 de julio de 2017

Torrebeleña, Virgen del Cerro (Clase práctica, 8 de Julio de 2017)

En la tarde de ayer se celebró una clase práctica en la pequeña localidad de Torrebeleña (Guadalajara), con erales de la ganadería de Sandra Sopeña, de procedencia Marqués de Domecq y situada en los términos de Málaga del Fresno y Taracena, para alumnos de la Escuela Taurina de Guadalajara. Los alumnos se repartieron los tres novillos preparados y ordenadamente fueron toreando todos ellos.

Superior fue el primer novillo; calidad, prontitud, humillación, recorrido, nobleza cuando se le hacían bien las cosas y casta. Entretenido primer acto donde le plantaron cara los jóvenes Jesús Romero, que templó al novillo sacando lo mejor del mismo y mostrando mucho desparpajo y chulería, con una gran actitud. Asier Ruíz compartió el novillo con él, mostrándose más verde que su compañero pero volviendo a la cara del toro sin pensárselo; ya vendrán los días buenos y de éxito.

El buen primer novillo en la curiosa plaza de Torrebeleña
Jesús Romero
Asier Ruiz


Jesús Romero con la muleta

Asier Ruiz en su turno
Tendido joven en Torrebeleña
Más flojo fue el segundo animal de la tarde, con las fuerzas justas y demasiada nobleza, no transmitió tanto como su primer hermano pero sirvió para el lucimiento de David Martínez, en primer lugar y ofreciendo seriedad, dejó un buen trasteo con la muleta, manejándola mejor que el capote, y Víctor Hernández, que tras torear su compañero, y con el novillo más mermado, sacó buenos muletazos aunque sin la continuidad de la repetición.


David Martínez rematando el recibo a su novillo...
... y aquí con la muleta
Curiosa colocación de los mozos de espadas por la orografía del terreno


Víctor Hernández

Carla Martínez abrió el tercer acto por todo lo alto, sin pensárselo se tiro de rodillas para recibir a su novillo, mostrando mucho valor. Novillo de menor tamaño que los anteriores, lógicamente, para los alumnos más pequeños de la escuela. El mayor tiempo de la faena de muleta lo desarrolló la joven citada, mostrando seguridad y saber estar, queriéndose comer al novillo. Alfonso Ferrera terminó la faena, enseñando su mejor cara con la mano izquierda, dejando la muerte del novillo para Carla Martínez.

Carla Martínez
Juan Morilla en un quite
Alfonso Ferrera y Cristian Galeano, rematando un quite por colleras

Carla Martínez, quieta como una vela






Alfonso Ferrera