domingo, 16 de abril de 2017

Triunfó el carnicero (Corrida de Toros de Montealto en Las Ventas, 16 de abril de 2017)

Plaza de Toros 'Las Ventas' de Madrid. Domingo, 16 de abril de 2017, a las 18:00 horas. Corrida de toros. Media entrada. Seis toros de la ganadería de Montealto (De Cabanillas de la Sierra, Madrid. Divisa: roja y verde. Señal de orejas: horquilla en ambas), desigual y malamente presentados, mansos y descastados en conjunto. Curro Díaz (marino y oro), palmas, silencio y saludos desde el tercio. José Garrido (grana y oro), silencio en sus tres toros.

Tarde muy pesada, casi tanto como los animales enviados desde la finca que da nombre a la ganadería. Cuatro mastodontes altos, bastos y feos, con más pinta de novillo gigantón que de un toro en condiciones, que casualmente tuvo más pinta de ello el segundo de la tarde, de 505 kilos y con mucho trapío; se salva de la quema el castaño que hizo cuarto que al menos parecía tener hechuras. Mansada sin paliativos con toros muy a menos donde sólo sirvió en la muleta el quinto, un animal que no debió haber sido aprobado para la corrida. Y si los toros sirvieron poco, los toreros ni siquiera estuvieron por encima de ellos. Se anunciaba como un mano a mano y la rivalidad en el ruedo no asomó por el coso venteño. Solamente un quite, de buena factura, por parte de José Garrido al cuarto. El aficionado no quiere "guerras" entre los toreros, y fuera de los ruedos podrán ser lo que ellos deseen, faltaría más, pero al menos que afloren las ganas por ser el triunfador de la tarde o de dar lo mejor de sí, pero ni eso. Curro Díaz, como ya viene siendo costumbre, dejó el mejor comienzo de faena de la corrida, en el quinto, para después ponerse ventajista y desaprovechar las embestidas del toro. José Garrido no tuvo su día tampoco, siempre descolocado, buscando faena sin ideas y abusando también de situarse al hilo, a lo que podemos sumar la cantidad de veces que dejó tocarse la muleta en todos sus toros; del pacense destacar su capote con un bonito recibo rodilla en tierra a su primero y una serie de verónicas con una bonita media final, dando el pecho.


(Foto: Joaquín Arjona para Las Ventas)
Arrancó con la tarde "Capanegra", nombre que curiosamente también describía su pelaje. Suelto, sin emplearse en los primeros compases y sin que su lidiador pusiera de su parte, fueron los perfectos ingredientes para ver una pésima lidia, con el toro acudiendo al relance en el primer encuentro para salir casi rebotado al caballo que guardaba la puerta. No le dejaron galopar en banderillas, siendo atacado por los subalternos que no vieron claro al de Montealto. Llegó parado a la muleta ofreciendo cortas embestidas en terrenos más cercanos a las tablas y alargándolas a mayor distancia de las mismas. No lo vio así Curro Díaz que, tras dos tandas un poco más allá del tercio, lo volvió a meter a los adentros para terminar de justificarse con el descastado burel. Dejó una buena estocada que hubiera hecho rodar al toro si no se hubiera metido en su camino un peón que terminó por tirarlo.

"Virtuoso" fue lo más parecido a un toro que salió ayer por chiqueros, apretado y con seriedad sin ser un toro enorme. Demostró fiereza queriendo coger por abajo los engaños desde que lo recibió Garrido con torería, revolviéndose para buscar lo que había conseguido librarse de sus pitones. Dentro de la mansedumbre con la que se comportó en el caballo, podemos calificarlo de "bravucón", pues si que peleó con casta debajo del peto pero a la hora de salir del mismo, cantó la gallina, realizando parecidas acciones en ambos encuentros con el picador. Galopó en banderillas, hasta en el último par donde apretó a Manuel Larios, sin embargo el aire que le dieron, mientras que el de Badajoz pedía permiso al presidente y cogía los trastos, pareció apagar la chispa que tenía el toro. Bien es cierto que Garrido no le dio distancia, pero desde el primer muletazo tuvo que llegar hasta las cercanías del animal, por lo que se entiende que no le ofreciera ese mayor espacio. A pesar de la media embestida, José Garrido dejó tocarse mucho la muleta descomponiendo aún más al astado. Dejó una estocada caída.

Hizo de tercero un toro mal presentado, de nombre "Argentino", que se dejó pegar en ambas varas sin pelear excesivamente. Anduvo horrible Óscar Castellanos en banderillas, pasándolo francamente mal desde el primer intento de ganar la cara al toro. No podía con su cuerpo "Argentino", menos aún iba a poder embestir medianamente en condiciones. Curro tampoco quiso saber nada y acabó por abreviar. Algo que criticábamos en la grada y que ahora sentado delante del ordenador agradezco, pues nos evitó alargar más algo sin fundamento. Pinchó y dejó una media delantera que sirvió para acabar con su oponente.

"Bordador" embistió con brío y levantando el rabo en el mejor uso de capote de la tarde, Garrido recetó cinco verónicas y una media ovacionadas por los tendidos. Antonio Chacón ya había sido avisado, cuando el toro le volvió a hacer hilo hasta el burladero del 10 recibiendo un buen susto, ya que el toro llegó hasta la misma tronera introduciendo todo el morro, aparentemente sin ser herido y recibiendo un buen golpe, acabó probándose al pisar más tarde la plaza pero no pudo continuar. Pronta recuperación. Apenas picado en el primer encuentro, calmó el susto Garrido con un precioso quite por chicuelinas con mucho gusto, llevando al toro poco a poco hasta el segundo encuentro con el caballo donde se comportó con prontitud. Fue tan poco el castigo que hasta el Presidente D. Justo Polo mandó, acertadamente, que se picara por tercera vez. Si las cosas se hubieran hecho correctamente no habría sido necesario el tercer encuentro y el consecuente cabreo de los aficionados. Ya en el tercio de muerte no hubo acople de Garrido, como toda la tarde; sin ofrecer repetir al toro que obedecía a los toques, de manera noble. No quiso apretarse y el toro se fue diluyendo. Entró a paso de banderillas dejando baja la tizona.

Todo lo que tuvo "Campanita" de impresentable también lo tuvo de manso. No quería saber nada de caballos, y tampoco me extraña viendo la manera horrible en que se picó la corrida. Recibió dos puyazos que le dejaron tres agujeros sobre el lomo, recibiendo poco castigo. Lo mejor de la tarde vino en el inicio de faena de Curro Díaz, templado y toreando con eso que él desprende en sus comienzos. Y se acabó. Todo lo que tenía de bueno se esfuma cuando llega la parte central de la faena, y le vale para caldear los ánimos en tardes en las que no pasa nada y echarse a la espalda a la mayoría del público. Pero no a todos. Las ventajas y esconder la pierna no valen en Madrid y mucho menos cuando tienes un toro boyante que embiste largo y por abajo. Y es que a pesar de ser un toro impresentable, que nada tiene que ver con la condición, "Campanita" se puso a embestir con emoción para ser desaprovechado. Un toro de lío que se fue con una estocada baja y con las orejas puestas al desolladero.

Cerró el mano a mano "Novillero". Escarbó y mucho la arena de Las Ventas demostrando ser un toro de arreones desde que acometió por primera vez. Esta vez no pudo lucirse con la capa Garrido ni tampoco lidiando al toro, que a pesar de saltar a la vista su mansedumbre, ni siquiera trataron de colocarle una sola vez a la contraquerencia y fue picado debajo del 6. Como decía, toro de arreones pero que sí ofrecía embestidas francas por abajo, a pesar de ser un gigantón. No pudo con el toro Garrido, volviendo a repetir la rutina de sus dos anteriores astados: mucha probatura, mucho buscar el sitio sin sacar nada en claro y matando francamente mal. Incluso en este último, donde ni siquiera consiguió dejar enterrada la espada buscando rápidamente el descabello, recetando dos golpes.

Desastrosa tarde. Se esperaba mucho más de todos los protagonistas: los de Montealto ofrecieron muy poco y ni siquiera estuvieron a la altura en cuanto a presentación, a Curro Díaz le volvió a ocurrir lo de tantas y tantas corridas, y a Garrido le pesó la tarde. Destacar también el mal uso de las espadas, sólo viendo una buena estocada en el primero, por parte de Curro Díaz.

lunes, 10 de abril de 2017

A los toros, al menos, hay que poderles (Corrida de Toros de Victorino Martín en Las Ventas, 9 de abril de 2017)

Plaza de Toros 'Las Ventas' de Madrid. Domingo, 9 de abril de 2017, a las 18:00 horas. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada. Seis toros de la ganadería de Victorino Martín Andrés (De Portezuelo, Cáceres. Divisa: azul y encarnada. Señal de orejas: hoja de higuera en ambas),desigualmente presentados, descastados y mansos en conjunto, y un sobrero de San Martín (6º bis). Iván Fandiño (blanco y oro), pitado en ambos. Alberto Aguilar (azul pavo y oro),silencio y saludos desde el tercio. Gómez del Pilar (azul pavo y oro), que confirmaba alternativa, saludos desde el tercio y silencio. Al finalizar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del aficionado Adrián, mis condolencias para toda su familia, que descanse en paz.

Clarínes y timbales para dar comienzo al paseíllo del festejo del Domingo de Ramos en Madrid. Paseíllo que se detuvo para que Las Ventas, en un emotivo y sentido minuto de silencio, recordase y homenajease a ese pequeño gran luchador llamado Adrián, que ayer fallecía en su brava batalla contra el cáncer. Solamente muere quién cae en el olvido, y a ti pequeño, el mundo del toro jamás te olvidará. Reanudado el paseíllo y abierta la puerta de chiqueros, saltaron al ruedo los tan esperados toros de Victorino Martín. Los tres primeros, más parejos, fueron desequilibrados por el gigante que hizo cuarto y el anovillado anunciado como sexto, lidiado en quinto lugar. La primera parte de la corrida fue la del poder y la inteligencia que desarrollaron los cárdenos. Y la segunda fue la de la sosería y la mediocridad, con hasta mezcla de flojeza en el último toro que fue devuelto a los corrales. Los toreros no pudieron con ninguno de sus oponentes, quedando siempre por debajo de ellos. Fandiño estuvo desubicado toda la tarde, la cual pareció pesarle en demasía. De  Aguilar esperábamos más y le faltó ese espíritu combativo que le hubiera valido con el tercero. Por último, Gómez del Pilar pasó las de caín con su difícil primero y se puso pesado con su anovillado segundo.


Para comenzar, delante de la puerta de chiqueros se plantó Gómez del Pilar para esperar a "Estaquero"; el toro no le vio del todo hasta que tuvo encima al madrileño y apenas llegó a embestir a la larga que tiró el torero. Y esta fue la tónica del toro durante toda la lidia, no regaló nada, y tuvo muchísimo poder. El confirmante quiso dejar al toro de largo desde el primer encuentro, en lugar de ir de menos a más como yo entiendo que deberían de ser las cosas, sobre todo en el primer tercio; el animal no quería caballo y tuvo que ser colocado varias veces hasta que acabó entrando debajo del peto. Fue manso, dejándose pegar en ambos y repuchándose en el segundo. Destacó en banderillas Raúl Martí, que despacito y pasito a pasito, como dice la canción, fue llegando a las cercanías del toro, para, muy torero y eficaz, colocar sus dos pares. Complicado llegó a la muleta "Estaquero" que requería una lidia poderosa que lo sometiera, nada de ponerse bonito porque no estaba para eso. El toro no llegaba a pasar y buscaba como loco eso que movía ese trapo rojo. Lo intentó Gómez del Pilar pero no pudo y los mayores aplausos vinieron cuando al final del trasteo, le buscó las cosquillas al toro tocándole los costados. Convencido estoy, que si hace eso 15 veces, doblándose con él, pasando la muleta por encima de los pitones y doblega al cárdeno, como mínimo pega una vuelta al ruedo. Pero ya no hay sitio en estos tiempos para las lidias a la antigua. Una verdadera pena. Dejó una estocada desprendida y recibió la ovación del público, más por el mal trago que pasó que por su actuación. El toro fue despedido entre pitos.

No se dejó torear "Barbacano" en el capote de Fandiño, dejándose enganchar mucho el torero vizcaíno. Se dejó pegar en varas, recibiendo un extraordinario segundo puyazo de Rafael Agudo que paró el toro en seco y le hizo encogerse, bien el picador. Fue un toro para apostar en las primeras tandas, pues tenía recorrido y transmisión. Iván Fandiño no lo vio claro y no pudo recoger esas buenas embestidas que le regaló el toro en las tres primeras tandas, y además por ambos pitones. Llegados a un punto, entre tanto parón para coger el sitio y los enganchones continuos, se esfumó lo que tenía "Barbacano". No creyó Fandiño en el toro y le pasó factura. Dejó estocada caída y hubo de usar el verduguillo en dos ocasiones. Hubo palmas para el toro.

La mejor pelea en el caballo llegó de los riñones del guapo de "Buscador" en el primer puyazo que le recetaron pero fue cambiando la historia en el segundo, donde se dejó pegar para una vez cambiado el tercio cantar la gallina buscando hasta los terrenos de toriles. Recibió más capotazos de la cuenta en banderillas, lo que mostró después en el tercio de muerte. Tampoco fue un toro fácil, y perfectamente se podría decir que fue el más difícil de la corrida por su fiereza y su casta, el único de la corrida que demostró llevarla en su sangre. Lo intentó Alberto Aguilar pero no obtuvo nada, el poder de "Buscador" estuvo por encima del torero toda la lidia; otro animal para someter con una muleta dominadora. Fue refrendado con palmas en las primeras tandas en las que se premió más el arrojo de Aguilar ante las fieras embestidas del toro, que los propios muletazos. Tropezó el madrileño con el toro aparentemente sin consecuencias graves, pero que a la postre, mandó al torero a la enfermería, corriendo turno para que lidiara Gómez del Pilar en quinto lugar al anunciado como sexto.

"Bosquimano" había levantado pasiones por las redes en esta semana y bien es cierto que podríamos catalogarle de ser un "torazo", por sus dimensiones y sus puñales, pero no fue un toro para aplaudir, no era bonito ni tenía hechuras del tipo de toro de Victorino, pero aún así le recibió una ovación del público. Cumplió en la primera vara empujando con tan sólo su pitón izquierdo para dejarse dar en la segunda. Saludó "Jarocho" sus dos acertados pares de banderillas. La gente tomó partido por el toro, como algunos ya habían presagiado, y descargó su ira contra Fandiño. Y yo al menos no lo entendí. Por el izquierdo no tenía ni uno como así avisó a Fandiño y por el derecho tenía media embestida, bajaba la cara cuando el torero le enseñaba la muleta y miraba al tendido en cuanto pasaba el cuerpo del torero. Se basó toda la faena en ese pitón derecho, siendo aburrido y pesado el acto por parte de los dos oponentes, a lo que se sumaba ver que la tarde no despegaba. Descastado fue "Bosquimano" y Fandiño no estuvo acertado ni con la espada, pinchando primero, aunque tirándose como de costumbre, y dejando una estocada caída después que provocó derrame.

Como decía antes, por estar Aguilar en la enfermería, tuvo que lidiar Gómez del Pilar a su segundo en quinto lugar. "Murallón", sin quitar que fue un animal mal presentado, tuvo la mala suerte de salir después del inmenso toro anterior, lo que acrecentó su mala presentación. Manseó en el caballo dejándose pegar en ambos y cantando la gallina en el segundo. Como la mayoría de sus hermanos, se defendió más que embestir. Se pasó de faena Gómez del Pilar intentando sonsacar alguna embestida productiva del toro pero la sosería del mismo no condujo a nada. Pinchó hasta en dos ocasiones Gómez del Pilar dejando finalmente una estocada caída.

"Sólo falta que le echen uno a corrales", dicho y hecho, blandeó el último de la corrida y en banderillas, cuando volvió a perder las manos, el presidente echó el toro para atrás. En su lugar salió "Cadencioso" de San Martín, toro alto y astifino, no precisamente bonito. También flojo de remos, no faltó mucho para ser devuelto de nuevo tras perder sus cuartos delanteros a las salidas del caballo. Tuvo calidad y clase en la muleta pero sin emoción ninguna. Por su parte Aguilar, consiguió corregir el salto que pegaba el toro a media embestida en las primeras tandas para que pudiera dar embestidas humilladas. Lo más destacable de su faena fue conseguir eso, ya que una vez con el toro así se tornó en ventajista, citando al hilo y toreando despegado. A pesar de ello si hubiera conseguido matar con acierto al animal, probablemente se le hubiera pedido una oreja. Pinchó y recibió un susto en la segunda entrada, siendo prendido y pisoteado, dejando enterrada la espada algo desprendida. Tuvo que hacer uso dos veces del descabello.

Desilusionante corrida de Victorino que  tras la muerte del tercer toro, la corrida se tornó en plomiza y aburrida, a lo que ayudó el fuerte calor que caía sobre Madrid. Los de luces tampoco tuvieron su día y ninguno consiguió dominar a los del hierro titular o, al menos, estar por encima de ellos, algo que, desde estos años atrás que vengo acudiendo a Madrid, como mínimo deberían de realizar todos los toreros que pisan esta plaza.

domingo, 2 de abril de 2017

Pronto y en la mano (Corrida de novillos de La Quinta en Las Ventas, 2 de Abril de 2017)

Plaza de Toros 'Las Ventas' de Madrid. Domingo, 2 de abril de 2017, a las 18:00 horas. Corrida de novillos. Algo más de un tercio de plaza. Cinco utreros de la ganadería de La Quinta (De Palma de Río, Córdoba. Divisa: encarnada y amarilla. Señal de orejas: orejisana en ambas), mal presentados, descastados y nobles en conjunto destacando la calidad en la muleta del quinto, un remiendo de Rehuelga y un sobrero de San Martín (2º bis). Manolo Vanegas (malva y oro), saludo desde el tercio, saludo desde el tercio en el que mató por García Navarrete y silencio. Ángel Sánchez (rosa y oro), que se presentaba en Las Ventas, saludo desde el tercio y vuelta al ruedo. García Navarrete (purísima y oro), que se presentaba en Las Ventas, herido.


Comenzó mal la novillada desde por la mañana cuando se anunció el remiendo de los de La Quinta con uno de Rehuelga, no pudo completar la novillada titular y con acierto se tenían preparados novillos del mismo encaste, así como los propios sobreros de la novillada, que pertenecieron a San Martín y que a la postre acabaría saltando al ruedo uno de ellos. Faltó fuerza y casta en los de La Quinta, sacaron esa parte sosa de Santa Coloma de mirar a los tendidos y desentenderse salvo el quinto, que a pesar de ser "picado" con sumo cuidado, sacó unas embestidas abriendo surcos en el suelo, como si de un delineante se tratara, debido a su calidad. Tuvo también la suerte de tener delante un novillero con la cabeza muy bien puesta y con una muñeca de oro. Pronto y en la mano, Ángel Sánchez corrió la muleta de maravilla y pegó naturales soberbios que encendieron los tendidos; si no hubiera fallado en los aceros estaríamos hablando de un triunfo grande.

Ángel Sánchez (Foto de la página web de Las Ventas,
donde aquí enlazo a la reseña del festejo y la galería fotográfica)
El abre plaza, "Hurón", flojeó de salida y apenas fue picado, siendo señalado, de muy buenas maneras, en el primer puyazo. Suspenso en varas, tónica general en la novillada. Poca transmisión en la muleta, poco decían sus embestidas aunque presentó nobleza, quizá en exceso, y prontitud. Al igual que el novillo, Manolo Vanegas no ofreció repertorio y se limitó a pasarse de faena. Dejó una buena estocada.

Fue devuelto el segundo de la tarde al estar lesionado, y en su lugar salió un torete de San Martín que a la postre también resultó estar dañado de la pata izquierda; circunstancia que la única persona que no vio en toda la plaza fue el presidente. Se protestó y mucho por parte de los tendidos. Siguió la lidia con un simulacro en varas con el toro protestando en el peto además de embestir cruzado, cuando acometía por el izquierdo. Con el cambio de tercio ocurrió el primer susto de la tarde, el subalterno Fernando Téllez fue volteado de fea manera; felizmente solo fue el golpe y a la muerte de este novillo apareció por la puerta de la enfermería para seguir con su labor. "Cigarrón" tuvo poco que ofrecer, no sabemos si por su lesión o condición pues me cuesta valorar un toro lastimado al no poseer la totalidad de sus cualidades, aunque bien es cierto que intentó embestir bien y lo hizo en contadas ocasiones. Probablemente lo hizo por tener delante a un novillero con las ideas muy claras y sabiendo en todo momento lo que hacía. Anduvo serio Ángel Sánchez a pesar de la dificultad que ofrecía el novillo. Pinchó arriba, volvió a pinchar y finalmente dejó una media estocada. Buena impresión del madrileño.

"Coletero", guapo de capa y abanto en los primeros lances , se lidió como el de más complicaciones de la novillada. Cabeceó en el primer encuentro, haciendo sonar el estribo y queriendo quitarse la puya; se repuchó en la segunda entrada. A este tampoco le dieron en el caballo, lo que influyó en las arrancadas que desarrolló hasta ser muerto a estoque. Y es que el de La Quinta se hizo amo y señor del ruedo, a la cuadrilla de García Navarrete se le cerró el grifo de las ideas y se vieron sobrepasados por el novillo. Muchos capotazos para colocar al animal que fue adquiriendo sentido con cada uno de ellos. Se mostró muy verde el novillero jienense que no tuvo delante a un oponente fácil. Tratando de colocar al novillero con el fin de entrar a matar, fue sorprendido por el mismo provocando una feísima cogida. Le deseamos una prontísima recuperación. Vuelvo a enlazar aquí al maravilloso twitter de la nueva empresa de Las Ventas, con el parte médico del novillero. Acabó con la vida del correoso novillo el primer actuante, Vanegas.

El cuarto embistió con clase al capote del venezolano Vanegas, que comenzando con rodilla en tierra lo recibió de maravilla para luego torear a la verónica. "Fontanero" manseó en varas, como sus cuatro hermanos, saliendo suelto además de cabecear y no pelear frente al picador. Volvió a hacer acto de presencia Ángel Sánchez con un buen quite por dos delantales, una media y una larga; en su justa medida el bonito quite al que respondió la afición. Con mucha nobleza y con poca emoción embistió a la muleta. Un novillo para montarse encima y comérselo, si resulta que no puedes ofrecer a la afición algo más que dar pases y más pases; para estar en novillero, vaya. Otro novillo, como su primero, en el que Vanegas no dijo nada. Si algo se puede destacar del sudamericano es la manera de meter la espada en sus oponentes. De nuevo dejó una buena estocada.

"Pavito" fue el quinto. Lo toreó con la punta de los dedos Ángel Sánchez para recibirlo, pecando en exceso quizá de recortarle un poco la embestida, pero mostrando la calidad y la acometida del novillo, que ya empezó a embestir como si hubiera pasado por los caballos. Y en realidad casi fue así, apenas se picó al novillo ante la indiferencia de los presentes en la plaza y, otra vez más, el tercio de varas pasó sin pena ni gloria. Y comenzó lo mejor de la tarde, si Ángel Sánchez causó gran impresión en su primer animal, las cotas que alcanzó lo que hizo en su segundo, lo superaron con creces. De nuevo todo medido a la perfección, buscando el mejor terreno para el toro, considerando los muletazos necesarios para realizar la faena y finalmente llegar a la consecución del objetivo con los pases necesarios. Dicho así parece fácil, y precisamente no lo es. Tres tandas con la mano izquierda bastaron para reventar Madrid. Pronto y en la mano. Enganchando al novillo delante, corriendo la mano a la perfección y rematando detrás de la cintura; toreando. Embistió como los ángeles el cárdeno de La Quina y lo aprovechó Ángel Sánchez, pero no del todo, el fallo con los aceros le privó del triunfo. Que hubiera sido muy importante. Pinchó hasta en tres ocasiones para dejar después media estocada. Se ovacionó al toro, sí, a un toro sin picar, y se premió al torero con una sonora ovación que terminó en vuelta al ruedo.

En último lugar y tras la borrachera de toreo, salió el remiendo de Rehuelga, de nombre "Jarduo", que le correspondió de nuevo al novillero Manolo Vanegas. A este si le dieron estopa en el caballo sin venir a cuenta. Ni tanto ni tan calvo. De nuevo capea en banderillas con el animal sin comerse a nadie. Volvió a cundir el pánico en la cuadrilla del herido García Navarrete, esta vez a las órdenes de Vanegas. Otro novillo con el que no tuvo acople Vanegas y al que no terminó de poder siquiera, mostrando poca claridad de ideas, realizando siempre el mismo comienzo de faena, en los mismos terrenos, así como el resto de la misma. De nuevo estocada a la primera, quedando desprendida.

Mala novillada de La Quinta, que se salva del petardo gracias al madrileño Ángel Sánchez, al que esperamos con muchísimas ganas en San Isidro, donde actuará de nuevo con cárdenos, en este caso de Flor de Jara; ojalá siga en esta línea de claridad de ideas, algo que me ha asombrado en su actuación. Las cosas, si son pronto y en la mano, mejor, y así ha quedado hoy demostrado. De nuevo desear una pronta recuperación a García Navarrete.